Canonical venderá codificadores (codecs) privativos y PowerDVD para Ubuntu.
Aunque esto se puede ver a simple vista como algo positivo, hay quienes opinan que esto puede ser un problema en el futuro, y sin duda va a causar reacciones encontradas dentro de la comunidad. Por un lado se le da legalidad a el uso de codificadores privativos, que hasta ahora eran legales o ilegalesdependiendo del país, y por el otro se está facilitando el uso, e indirectamente la proliferación, de formatos privativos.
Considerando que es ilegal redistribuir estos codificadores, Canonical optó por por venderlos en línea, lo cual resuelve la mayoría de los problemas de soporte multimedios para Ubuntu. Sin esto los usuarios de Ubuntu hubieran tenido que hacer lo que el resto de los demás: o bien instalar codificadores de dudosa legalidad o convertir los medios a formatos abiertos.
Es obvio que cualquier usuario de cualquier distribución de GNU/Linux que posea medios en formatos privativos, querrá encontrar la manera de utilizarlos, sin importar la ilegalidad que representa instalar codificadores privativos que se pueden descargar sin costo desde Internet.
Esto seguramente lo tiene en cuenta Ubuntu, así que surge la pregunta ¿Por qué vender lo mismo que se puede descargar sin costo desde Internet? La respuesta es muy simple: ofrecer legalmente el soporte para multimedios privativos, y evitar fomentar entre los usuarios de Ubuntu que se violen las leyes de propiedad intelectual. De esta forma Ubuntu está haciendo lo correcto ofreciendo alternativas legales.
Habrá quienes opinen que en su lugar se debió de dar más apoyo y promoción al uso de formatos abiertos, y quienes nos recordarán que las leyes de propiedad intelectual deben ser revisadas, y que en lugar de darle la vuelta a las leyes, se debería impulsar un cambio.
Fuente: OSTATIC.