Hace cuatro mil millones de años, las posiciones de Neptuno y Urano estaban intercambiadas.
Desch basó su conclusión sobre los cálculos de la densidad superficial de la nebulosa solar, misma que constituyo el disco de gas y polvo a partir del cual se formaron los planetas de nuestro sistema solar. durante los últimos 30 años, la mayoría de los investigadores han confiado en una estimación estándar de la densidad superficial, la cual es sumamente difícil de observar.
«Pensé acerca de la formación de los planetas y me percaté de que todos los modelos actuales fallaban al predecir cómo es que Júpiter pudo crecer hasta su tamaño actual en el período de vida de la nebulosa solar» dijo Desch. «Tomando en cuenta la composición y tamaño de Júpiter, los modelos indican que su proceso de formación debió haber durado muchos millones de años, y los de Urano y Neptuno miles de millones de años, pero nuestro sistema solar no es tan antiguo».
Desch concluyó que la masa del sistema solar tuvo que estar concentrada más estrechamente de lo que asume el modelo tradicional de la nebulosa solar, y que distribuyendo las masas de los planetas por sus órbitas originales, de acuerdo al modelo alternativo, descubrió una variación notable variación en la consistencia de la densidad superficial con la distancia al Sol. Por lo cual se puede concluir que durante los primeros 650 millones de años de nuestro sistema solar, Neptuno estuvo más cerca del sol puesto que tuvo que haberse formado más cerca de éste que Urano.
Fuente: Arizona State University. Nota original: Alcance Libre.
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