jueves, 1 de febrero de 2007

Es tan hermoso empezar de nuevo.

Ya hecho oficial el anuncio en LPT respecto a mi salida (efectiva desde el 16 de Enero), solo me resta agradecer por los comentarios. De verdad que me han hecho llorar. Fue doloroso decirle adiós a LPT. Cuando lo creé en agosto de 1999, lo hice con mucho cariño y planificado como un proyecto que me permitiera crecer personal y profesionalmente.

La idea surgió un día, de mediados de 1999, tras encontrarme brevemente con a la persona más importante que ha habido en mi vida. Alguien a quien nunca dejé amar. El sueño original fue crear algo que me permitiera tener algo que ofrecer algún día a esa persona, si acaso nuestros destinos se volvían a cruzar. Pasaron los años y lo que fue un proyecto personal, creció más allá de las expectativas. Quizá de demasiado, porque hubo un momento en el que perdí el control sobre los designios de mi propia obra.

Muchos problemas personales tuvieron como consecuencia el que comenzara a desarrollar una apatía poco usual. Dicha condición me hizo perder interés en la dirección de LPT. Eventualmente cometí el error de delegar demasiadas responsabilidades. Deje que la empresa con la que me había asociado originalmente fuera tomando el control poco a poco. Para cuando había decidido que quería dejar la empresa, ya se había registrado la marca (a nombre de la empresa), se habían hecho muchos convenios y se había hecho una fuerte inversión de recursos materiales y humanos. LPT dejó de ser mío hacía mucho tiempo. Ya no estaba en posición de recuperar lo que alguna vez creé.

Contrario a lo que muchos suponen, no me hice rico al finiquitar la relación con la empresa. Mi depresión y apatía me hicieron ceder sin retribución ni compensación alguna algo que alguna vez significó mucho para mi. Ni siquiera le puse precio. Simplemente entregué los usuarios y claves de acceso de los dominios. No pedí cosa alguna a cambio, excepto mi libertad para continuar mi vida siguiendo un sendero distinto. Simplemente cedí LPT sin negociación ni condiciones de mi parte. Nadie me obligo a entregarlo.

Yo mismo eliminé mi manuales y demás material. Solo yo conservo el respaldo de dicha información. Todo lo que he escrito y desarrollado es lo único que conservo de una etapa importante en mi vida. Y aunque me han solicitado en la empresa les proporcione de nuevo este material, en realidad no tengo intención de ceder algo que también significa mucho para mi. Es lo único que conservaré de LPT, lo único que continuaré desarrollando. Me fascina escribir. Supongo soy un informático con alma de artista. No me siento cómodo sabiendo que hay interés en lucrar con mi nombre e imagen (no así el material).

Por diversas razones, mi material no estará disponible durante algún tiempo, ya que debo modificarlo y reestructurarlo a fin de que sea una obra distinta. Lamentablemente también firmé un acuerdo de derechos de autor que da a Factor Evolución el 51% de los derechos. Es triste darme cuenta que legalmente no me pertenece del todo algo que yo hice. Nadie es villano en esta historia, y nadie es culpable, excepto yo mismo.

Ahora que empiezo una nueva etapa tanto en el aspecto personal como el aspecto profesional, estoy más optimista y motivado que nunca. ¿Por qué? Porque ya estoy trabajando en las modificaciones. Estoy dando un enfoque más literario que el de costumbre y actualizando procedimientos. Nunca me ha sido difícil tomar algo y reescribirlo. Es lago que he venido haciendo desde hace años. Algunos tal vez recuerden los primeros manuales que hice y el tipo de redacción que tenían. Han cambiado por completo desde su versión original.

Es muy hermoso empezar de nuevo. Es muy gratificante saber que hay personas que me aprecian y valoran. Es un sentimiento inexplicable el que atraviesa mis pensamientos cuando alguien me dice "Joel, cambiaste mi vida con lo que me has transmitido."

Voy a iniciar varios proyectos que serán del agrado de todos. Mi interés no es el hacerme millonario o famoso. Mi interés es ser recordado dentro de cien años por las cosas que pensaba y creé. Tengo alma de poeta.