domingo, 29 de junio de 2008

Rescatando «antigüedades» y recuerdos en la red.

¿A ustedes les ha ocurrido abrir respaldos de hace varios años y revisar correo y otras cosas de esos tiempo? Me imagino que a algunos responderán que si. ¿Recuerdan cuando Internet se empezaba a poner de moda a mediados de la década de los 90 y todos (bueno, quienes eramos usuarios en esos días) estábamos entusiasmados con nuestros primeros sitios de red sencillos y estáticos (hechos con puro HTML) en Geocities o FortuneCity?  

Claro que se trataba de sitios de red sin contenido dinámico y sin conexión hacia bases de datos como la mayor parte de las bitácoras personales y los sitios de red actuales en general. Eran sitios de red en HTML simple, a veces con algo de JavaScript, CSS y algún aplique Java llamativo.

En esos tiempos los sitios personales eran en su gran mayoría sitios de culto a nuestras aficiones. Yo, por mencionar un ejemplo, mantenía un club de aficionados de anime y publicaba a veces algo de información como manuales de HTML y CSS.

La gran mayoría de la gente que conocía en la red prácticamente dedicaba sus sitios en Geocities y FortuneCity como altares a series de anime como Dragon Ball, Neon Genesis Evangelion, Sailor Moon, Magic Knight Rayearth, Fushigi Yugi o Ranma ½, o bien altares de culto ahacia grupos de Rock, actrices o actores favoritos, y algunos pocos publicábamos también otros temas misceláneos como poesía. Eran los tiempos donde no importaba mucho si el URL de un sitio era largo y difícil de recordar como http://www.geocities.com/tokyo/harbor/7490/.

Eran los tiempos en el que la mayoría de la pornografía disponible a través de HTTP era gratuita, casi toda disponible a través de altares de culto hacia actrices porno como Ginger Lynn, Nina Hartley, Deidre Holland, Racquel Darrian o Savannah en sitios gratuitos hospedados en Sexhound, que era como el Geocities pero de la pornografía. Eran los tiempos en los cuales la pornografía se limitabaa solo imágenes y pequeños vídeos de menos de 2 MB en formato MPEG y uno que otros en formato AVI (sin compresión). Eran los tiempos cuando la gran mayoría de estos sitios violaba leyes de derechos reservados, pero nadie se preocupaba mucho. Eran los tiempos donde muchos usuarios daban por hecho que algo era gratis o se podía distribuir libremente solo por el hecho de que alguien lo había publicado en un sitio de red.

Eran los tiempos en los que la comunicación era principalmente a través de correo electrónico y apenas comenzaba la mensajería instantánea (ICQ). Eran los tiempos en los que uno se podía dar el lujo de publicar una cuenta de correo electrónico en cualquier página y sin tener que preocuparse de si nos llegaría Spam por haberlo hecho. Eran los tiempos de los modem de 33.6 Kbps que apenas empezaban a ser desplazados por los de 56 kbps, y donde los más soñadores fijaban sus expectativas en una conexión ISDN de 128 Kbps y los menos exigentes se conformaban con utilizar herramientas de aceleración de navegación (caches).

Recuedo que mi primera cuenta de correo electrónico la obtuve a través de la conexión por modem de un amigo. También recuerdo que los primeros meses me desesperaba el hecho de no recibir mensajes provenientes de nuevos amigos. Eran los tiempos en los que muchos dedicábamos tiempo a la redacción de un mensaje para conversar con algún amigo en EE.UU., Canadá, España, etc.

Eran los tiempos en los que FrontPage y Frontpage Express eran la herramientas más avanzadas para autoría de red, aunque también había algunas otras alternativas poco conocidas. Eran los tiempos en los que los usuarios avanzados pasábamos horas tratando de aprender a programar en HTML utilizando un editor de texto simple.

Recordar todo esto me hizo pensar si acaso aún estarían activas las cuentas de correo y sitios de red que no había utilizado en años... y para mi sorpresa, aún existen.

Cuando Yahoo! compró Geocities hace unos 9 años, tuve la suerte de poder fusionar mi cuenta de correo de Yahoo.com con la de Geocities.com por utilizar el mismo apodo (Darkshram™), por tanto no fue difícil acceder con mi actual clave de acceso.

Acceder a mi cuenta de sitio de Red de FortuneCity fue un poco más complicado. Recuerdo haber abierto dicha cuenta en 1998 utilizando mi cuenta de correo electrónico de mi proveedor de acceso a Internet, aunque no recuerdo si fue con los extintos  ISP Datanet o Intersky. Sin importar que cuenta utilice había algo seguro, y era que ninguna de las dos posibles cuentas de correo electrónico existían desde hacía al menos 9 años. Ponerme a pensar qué usuario y qué posible clave de acceso había utilizado me tomó casi una hora. Cuando finalmente dí con el usuario y la clave de acceso correctos, como una broma irónica del destino, estos resultaron ser mi nombre sin espacios con una clave de acceso increíblemente simple y que jamás utilizaría hoy en día: mi fecha de nacimiento en formato numérico en solo 6 dígitos. También eran los tiempos donde pocos daban importancia a las claves de acceso apropiadas, quizá por el hecho de que no era tan necesario.

Algo similar se dio para recuperar mi clave de acceso para la que alguna vez fue mi cuenta de correo electrónico más elegante, la que tenía en Netscape. Aquí me dio miedo, porque mi clave de acceso francamente también resultó de lo más simple y boba: de nuevo mi fecha de nacimiento. Si alguien hubiese querido acceder a esta cuenta en Netscape Mail, hubiera sido sumanente sencillo dar con la clave de acceso.

De FortuneCity recaté varios documentos sobre programación HTML de los que incluso olvidé haber escrito. De Geocities recuperé varios artículos viejísimos sobre Ranma ½ y resúmenes escritos del anime de Neon Genesis Evangelion, además de galerías con imágenes.

De todo lo anterior también recaté recuerdos de viejas amistades, muchas de las cuales no he contactado en al menos de 8 años, como Darren Demaine, un muy buen amigo canadiense que escribía excelentes y adictivos fanfics de anime en ingles. Darren tenía mucho talento relatando historias. Gracias a el recobré mi gusto por la lectura y caí en cuenta que leer un fichero en texto simple de 100 kb puede ser dañino para la vista si no se usaba un filtro apropiado para el monitor dela computadora. Recuerdo haber intercambiado verdaderas toneladas de correo electrónico conversando acerca de anime y muchos otros temas acerca de Canadá y México. Le perdí contacto a principios de 1999, año en que el se graduó de la universidad y yo me dediqué de lleno a proyecto anterior de portal y posteriormente a nuevo proyecto Alcance Libre.

Otros viejos amigos también vinieron a mi mente como Roberto Henry Cordova (conocido entres sus amistades como Rohcodom), es definitivamente es la única amistad surgida desde mis inicios como internauta con la que aún mantengo contacto, aunque bastante esporádico.

¿Cómo fue que se perdió contacto con los más de 100 amigos que solían estar en mi libreta de direcciones? Una gran mayoría eran estudiantes, así que es lógico que gran parte de estos perdieran su cuenta de correo electrónico escolar después de graduarse de sus respectivas escuelas. Otro tanto dejó de usar su cuenta de correo electrónico cuando el Spam comenzó a ser un problema serio; gran parte de esta gente simplemente dejó perder su cuenta y obtuvo otra. Otro tanto utilizaba como cuenta de correo la provista por su ISP, y, como muchos sabrán, gran parte de los pequeños ISP de la década de los 90 quedaron o fueron aplastados por los grandes ISP. Con otros tantos simplemente dejamos de tener los mismos intereses: yo me hice linuxero, ellos se quedaron siendo usuarios de Windows, yo sigo siendo un otaku del anime y manga, ellos si crecieron y maduraron :-P

Será todo un reto tratar de localizar de nuevo a algunos de estos contactos que de alguna manera me tienen intrigado por lo que habrán hecho de sus vidas en los últimos 96 años, pero creo será interesante y gratificante hacerlo.

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